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Introducción:

Cada uno de nosotros tiene su propia experiencia de lo que es ser educador marista según la tradición de Champagnat. Cada país donde estamos presentes posee su propia historia marista. Y como familia universal tenemos igualmente una historia y una tradición. Cuando el Capítulo General de los Hermanos Maristas solicitó en 1993 la elaboración de este texto, sentía la necesidad de dar una expresión renovada a nuestra herencia educativa común y de apuntar hacia nuevas formas de vivir el carisma de Marcelino Champagnat en el amanecer del siglo XXI.

Sabemos que hemos recibido un gran don en la persona de Marcelino, en sus intuiciones educativas, y en las de los educadores Maristas que le han seguido. Deseamos ser fieles a esta herencia de manera creativa. En nuestros días, el clamor de los jóvenes no es menos fuerte de lo que era en tiempos de Marcelino. Los jóvenes esperan nuevas respuestas. Lo que motiva este texto es el deseo de ahondar en nuestras raíces para reavivar el celo de nuestra misión en favor de las generaciones jóvenes de hoy.

Al elaborar este documento, que quiere ser una visión actualizada de la educación marista, hemos seguido el ejemplo de generaciones anteriores. En 1853, los Hermanos publicaron "La Guía del Maestro", texto que fue el fruto de su experiencia y sus reflexiones sobre las propias vivencias y orientaciones educativas de Marcelino Champagnat. Ellos sintieron la necesidad de contar con un texto de referencia, una fuente de inspiración y de unidad. Posteriores Capítulos Generales pidieron su revisión a la luz de la diversidad creciente de situaciones y de leyes referentes a la educación, así como de los planteamientos educativos. Especialmente después del Concilio Vaticano II, los sucesivos Capítulos Generales han reflexionado en profundidad sobre el apostolado marista y han publicado directrices y orientaciones que siguen teniendo validez.

Este documento adopta conscientemente un enfoque distinto, a la luz de nuestra diversidad internacional y de las nuevas ideas educativas y del pensamiento contemporáneo de la Iglesia. Muchas Provincias han sistematizado sus propias concreciones en torno al núcleo constitutivo del estilo educativo marista, pero todavía sentimos la necesidad de elaborar un texto más universal y unitario a la luz de la visión fundacional y sus principios. Lo que nosotros presentamos aquí posee la riqueza de tal universalidad pero también sus limitaciones, ya que no nos permite abordar en profundidad las cuestiones urgentes y prioritarias que surgen en los diferentes contextos. Más aún, al tratarse de un proyecto no pretendemos que este documento sea un tratado pedagógico ni un manual de espiritualidad.

Existe, de todos modos, un cambio muy significativo con respecto a documentos anteriores: el "nosotros" se refiere tanto a Hermanos como a Seglares, ya que todos somos los educadores maristas de hoy. Con esto queremos reconocer la labor del número creciente de seglares que están llevando adelante el proyecto que Marcelino comenzó, así como la importancia de su participación en las reflexiones sobre la misión marista contemporánea. De hecho, lo que aquí presentamos es el fruto de un proceso de consulta llevado a cabo en setenta y cinco países diferentes bajo la coordinación de una comisión internacional compuesta por Hermanos y Seglares.

Asimismo, el ámbito de la educación marista incluye actualmente –además de la escuela- otras estructuras y acciones educativas y pastorales. Los términos "educación" y "educador" se utilizan en este texto en su sentido más amplio. El motivo de esta diversificación ha sido la comprensión profunda del ideal original de Marcelino y el deseo de responder a la situación cambiante de los jóvenes y los niños.

En particular, el texto refleja tanto la realidad y el reto continuo de mantener como objetivo nuestra misión última de evangelizar a los niños y a los jóvenes, como nuestra prioridad de trabajar con los menos favorecidos. Los Capítulos Provinciales y Generales y las Asambleas de Educadores Maristas han reafirmado la convicción de que ser innovador en este campo es inherente a nuestra fidelidad como discípulos de Marcelino Champagnat.

El documento se puede dividir en tres partes: la primera (capítulos 1 y 2) presenta la persona de Marcelino y brinda una invitación a todos, como seguidores suyos, a avanzar en el camino de la misión compartida; la segunda (Capítulos 3, 4 y 5) recoge los elementos claves de nuestras miras: los jóvenes a los que queremos servir, especialmente los más desfavorecidos, la tarea de evangelizar a través de la educación y nuestro carácter propio como Maristas; la tercera sección está orientada a la labor que desarrollamos en la escuelas (Capítulo 6), y en otros servicios pastorales y sociales (Capítulo 7).

Con el fin de facilitar la lectura del texto, se han destacado en cada párrafo palabras y frases significativas. Por medio de notas explicativas, hemos intentado contrastar las fuentes originarias de donde proceden las ideas mencionadas, centrándonos en documentos maristas y de Iglesia, y en las Escrituras.

Hemos procurado evitar la repetición de ideas. Al mismo tiempo, hemos tratado de que cada sección de los dos últimos capítulos sea suficientemente completa en su contenido, y pueda ser leída y entendida como aplicación de lo que es nuestra misión.

Utilizamos el tiempo presente a lo largo de todo el texto para expresar los ideales a los que aspiramos. No pretendemos describir la realidad de nuestras actitudes o nuestro trabajo en todos y cada uno de los continentes. En este sentido, el documento es conscientemente prospectivo y traza un camino hacia adelante. Os invitamos a utilizarlo para vuestra reflexión personal, a ser receptivos a las interpelaciones que contiene, con el deseo de que os sirva de ayuda cuando planifiquéis y evaluéis vuestras tareas en ámbitos locales o regionales.

Queremos manifestar nuestro sincero agradecimiento a todos los que han contribuido a la preparación de este documento durante las etapas de consulta del mismo.

Ojalá sirva para reforzar nuestros lazos como Familia Marista en todo el mundo y nos ayude a ser otros Champagnat para los jóvenes de nuestros países y continentes.


La Comisión Internacional Marista de Educación
2 de enero de 1998


      

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